Anoche, la capital colombiana vivió con intensidad una hora y media que nunca podrá ser borrada de la memoria de los fans de la banda de heavy metal más importante de todos los tiempos. Iron Maiden sacudió a 8 mil asistentes con un increíble concierto que recorrió sus grandes clásicos, además de cinco temas de su más reciente trabajo The Final Frontier.
A continuación la reseña del concierto realizada por el portal de noticias Rockombia.
Iron Maiden en Colombia 2011
Iron Maiden regresó a Bogotá, demoliendo al público capitalino y trayendo un satisfactorio set de material reciente, gran producción escénica y el tan esperado ‘Alien’ Eddie, reflejando la más reciente reencarnación de la clásica mascota de la banda inglesa.
La bienvenida capitalina empezó en el Hotel Radisson, donde un gran número de fans se dieron cita para recibir a la Doncella. Pacientemente esperando a lo largo de las escaleras y en el andén del hotel. Rockombia siguió a Iron Maiden durante su estadía en nuestro país y de paso hablamos con fans de toda Colombia, dándose cita en el parque Simón Bolívar, donde a pesar de la lluvia muchos fans esperaron pacientemente a que las puertas del parque se abrieran para dar comienzo a un sueño hecho realidad—para muchos la primera vez que ven a la Doncella en vivo y lo que se rumorea será la última visita de la legendaria banda Británica a nuestro país.
-“De dónde viene?”
-“De Cartagena también, vine con mis dos primos”
Fue ahí cuando me di cuenta el efecto que la música puede tener en la vida de una persona. A los guerreros cartageneros no los intimido cruzar la cordillera y valientemente enfrentaron arduas horas en camión por las serpentuosas carreteras Colombianas, todo por venir a ver a Maiden. “el viaje fue duro” comenta uno con una sonrisa caribeña que le haría dudar a cualquiera lo que te está contando, “llegue con dolor de espalda” mientras todos sueltan una risa– ‘y cómo no?’ pienso yo, ‘eso es devoción.’
Durante la conversación me cuentan que han estado acampados a las afueras del parque desde el día martes. La historia se repite a medida que lentamente caminamos a lo largo de la fila, hablando con los devotos de la Doncella, muchos quienes parecían no poder esperar un Segundo más para ver a sus ídolos. Durante nuestras entrevistas a lo largo de la fila las cámaras de Rockombia no tardan en llamar la atención de fans al rededor, hoy es sábado, aún quedan un poco más de 30 horas para que la banda de inicio a su set; sin embargo el entusiasmo presente en la fila es evidente. Una gran emoción es evocada por no solo los viajeros sino cada uno de los dedicados fans con los que hablamos ese día; y que ya en tres ocasiones le han dado la mejor bienvenida a la Doncella de Hierro.
La lluvia del Domingo no fue preocupación alguna para muchos y de paso las señoras de los plásticos se hicieron su agosto. A pesar de la lluvia intermitente durante el fin de semana (y sin comentar del inclemente clima dominguero) al que fue sometido el grupo en cola para entrar al parque, su tamaño siguió creciendo poco a poco. Aunque de ninguna manera comparable a las veces anteriores, la fanaticada de Maiden en Colombia no decepcionó y estuvieron presentes en el parque tan pronto les fue posible para asegurar el mejor lugar en el húmedo césped del Simón Bolívar y estar lo más cerca posible a sus ídolos.
Potestad—la banda telonera nacional—dio un gran comienzo al show. Su material me pareció muy completo ya que sus temas exhibían una ideología propia reflejando una realidad social a la que todos nos podemos relacionar. A parte de que el bajista parecía algo tieso (y con toda la razón) frente al gran público capitalino que los recibió muy bien, Potestad dejó en alto el nombre del Metal nacional e hicieron un gran telonero para Maiden.
Definitivamente Potestad será una banda de la que escucharemos más en el futuro.
Aquellos que dicen no haber ido ésta vez porque los vieron las dos veces pasadas tienen que estar en el frente del público, cuando la multitud surge y el suelo en el que estás parado literalmente tiembla bajo tus pies.
El gran voltaje de Murray, Smith y Gers respaldados por la ráfaga de artillería desatada por Harris y McBrain capturaron al público capitalino desde el primer momento, abriendo con el tema epónimo de su último trabajo de estudio, Satelite 15…The Final Frontier. Sin descanso el público bogotano fue bombardeado por el impecable sonido en vivo de la Doncella. Maiden no decepcionó con su selección de temas ya que a diferencia de veces anteriores la banda presentó temas de sus últimos cuatro trabajos discográficos: Brave New World, Dance of Death, incluyendo su más reciente álbum The Final Frontier. Fuera de complacer al público Colombiano con éxitos como The Wicker Man y nuevos favoritos como The Talisman, Maiden también incluyó himnos que retumbaron por el Simón y sus alrededores. Temas como Running Free, The Trooper, y Hallowed Be Thy Name hicieron estremecer la tierra–literalmente!
Como ya muchos saben, la banda deleitó al público Colombiano con temas de sus más recientes álbumes; el público capitalino coreaba sin cesar tras las guitarras de Smith y Gers en temas nunca antes interpretados por la banda en suelo nacional, como Dance of Death, Blood Brothers—dedicada al público Colombiano—al igual que muchos temas de su más reciente trabajo “The Final Frontier”, dejando los clásicos esparcidos durante su set principal y guardando el resto para el final.
La energía del público incrementaba exponencialmente, completamente enfrascados y claramente disfrutando la oportunidad de tener a sus ídolos tan cerca, y por tercera vez—más que cualquier otro artista internacional del género. Todos los asistentes con los que tuvimos la oportunidad de hablar reiteraron su agradecimiento a la banda por su labor y trayectoria musical, resaltando su admiración por la banda inglesa, todos parecían coincidir en un punto: Iron Maiden es un estilo de vida, y al que le gusta le gusta de verdad.
Esto fue evidente antes, durante y después de la presentación de Maiden en Bogotá.