El baterista de Iron Maiden, Nicko McBrain, aseguró en los últimos días que sus creencias religiosas no le generan ningún conflicto con el hecho de hacer parte de la Doncella.
En diálogo con el periódico australiano ABC, el baterista fue consultado acerca de la relación que su práctica del cristianismo tiene con su trabajo en una banda que ha sido calificada como “satánica” por algunos críticos.
Al respecto, Nicko señaló: “tuve ese conflicto recién encontré mi fe (en 1999). Pero oré y sentí que el ‘Gobernador de Arriba’ no tiene problema con eso”. Así mismo, Nicko negó que la banda tenga o haya tenido inclinación por el satanismo.
En entrevistas anteriores, McBrain ha asegurado que profesar la fe cristiana no implica ser una persona perfecta, sino tratar de corregir sus errores de la mano de Dios. Por eso mismo, ha manifestado que su fe le ha permitido superar el consumo de alcohol.
Las acusaciones de satanismo contra la Doncella iniciaron tras el lanzamiento de su tercer álbum, The Number Of The Beast, en 1982, debido a la letra de la canción homónima y a la portada del disco. Diversos grupos cristianos catalogaron a la banda de “diabólica” e, incluso, realizaron quemas colectivas del disco. Este factor influyó en que la agrupación recibiera poco apoyo de la radio comercial en los Estados Unidos durante la mayor parte de su carrera.
Sin embargo, la banda ha negado en repetidas ocasiones tener interés por dicho culto y ha aclarado que la letra de la canción, que habla de un ritual satánico, corresponde a una pesadilla que tuvo Steve Harris, bajista y compositor de la pieza.
Las creencias de Nicko demuestran que, como lo manifiesta el vocalista Bruce Dickinson en los shows de la banda, no importa nuestra religión, raza, nacionalidad o sexo, si somos fans de Iron Maiden hacemos parte de una misma familia.