El bajista y fundador de Iron Maiden, Steve Harris, manifestó recientemente que tendría intenciones de adaptar su casa de Essex (Inglaterra) para que sea un hotel para los fans de la banda, si esta no llega a venderse adecuadamente.
La mansión ha estado en venta desde el 2012. El precio inicial fue de 6,75 millones de libras esterlinas (aproximadamente 26.560 millones de pesos colombianos), pero al no poder ser vendida, Harris bajó su precio en repetidas ocasiones, hasta estar tasada hoy en día en 3,95 millones de libras esterlinas (unos 15.540 millones de pesos colombianos).
Cuenta con ocho habitaciones, su propio campo de fútbol, una cancha de tenis, una piscina, un gimnasio, una sala de juegos, baños con jacuzzi y un estudio musical.
En declaraciones para la radio sueca Bandit Rock, Steve dijo que inicialmente le puso un precio muy elevado a la casa porque no sabía si se quedaría viviendo en el extranjero o no. Manifestó que de no vender la propiedad sería ideal hacerla un hotel.
“Me gustaría convertirlo en un hotel boutique y creo que los fans de Maiden irían allí (…). Yo tenía un bar en Portugal, llamado Eddie’s Bar, que cerró hace unos años, pero gente de todo el mundo solía ir a ese lugar (como sitio de culto). Creo que quizá irían a la casa porque grabamos algunos discos allí, como Fear Of The Dark y algunos otros. Hay muchos recuerdos ahí. Sería un buen plan un hotel boutique. Significa que aún podría quedarme allí, lo cual sería genial, sería un mundo ideal para mí, de verdad”.
Además,el líder de la Doncella habló sobre vivir en Bahamas: “Siempre quise vivir allí, realmente, porque grabamos a principios de los años 80 en los estudios Compass Point. Hicimos tres álbumes allí: Piece Of Mind, Powerslave y Somewhere In Time, y luego regresamos sólo unos pocos años después e hicimos The Final Frontier allí también. Para mí fue genial volver porque yo estaba viviendo justo en el camino, mi casa estaba a cinco minutos del estudio, así que cada día era perfecto para mí. Hemos tenido un montón de buenos momentos allí incluso desde cuando fui por primera vez en el 83, pensé: Un día me gustaría vivir aquí. Me gustó mucho, me causó una gran impresión el lugar, la gente y todo, así que pensé: un día iré allí, y lo hice”.
De decidirse Steve por llevar a cabo la realización de este proyecto, la mansión podría ser un auténtico museo y sitio de “peregrinación” para fanáticos de Maiden de todo el mundo.