El 28 de febrero de 2008 ocurriría algo que, por décadas, los fans de Iron Maiden en Colombia pensaron que jamás podría pasar. La Bestia se haría presente. Se cumplen 10 años de aquel histórico concierto.
Por Mauricio Durán *
El momento más esperado en la vida de muchos había llegado. La Doncella aterrizó en Colombia el día de cumpleaños de Adrian Smith, para al día siguiente, hacer sonar sus clásicos más preciados en el parque Simón Bolívar ante más de 50 mil seguidores.
Algunos esperaron este instante por más de 30 años… Algunos un poco menos, pero para todos fue una eternidad. Tres meses antes la noticia de su venida había generado un caos en el que se agotaron las boletas localidad platino en cuestión de horas y el día del show otro caos en el ingreso al parque.
Era un acontecimiento apoteósico. Miles y miles de fanáticos llegaron de todas partes del país, y de países vecinos como Ecuador, Venezuela y Perú, para confundirse entre la masa bogotana que presenciaría a la banda de heavy metal más grande de todos los tiempos.
Aquel jueves las horas en la fila fueron lentas, muy lentas, y más para los que habían acampado por días. Pero la espera se hacía emocionante al recordar lo que se vendría. Un helicóptero sobrevoló el Simón Bolívar cuando se acercaba el momento del show y la emoción fue total. Pero el clímax vino hacia las 8 de la noche cuando el tradicional parque enmudeció para escuchar la voz de Winston Churchill… La Bestia estaba allí.
Fue un show descomunal, tanto que Dave Murray lo calificó en entrevistas posteriores como uno de los mejores en la carrera de la banda por la emoción y entrega del público. Además, los fans extendieron en pleno concierto la bandera de Iron Maiden más grande que haya estado en una presentación de la agrupación, cómo lo aseguró el propio Bruce Dickinson.
Los más grandes momentos musicales de la Doncella estuvieron presentes en tierras cafeteras ante la incredulidad de miles de fanáticos que cantaron, gritaron y lloraron con cada nota, cada solo, cada armonía, cada melodía, cada pieza mágica de Maiden.
Aquel histórico 28 de febrero dejó un antes y un después en la historia del rock en Colombia, no solo porque marcó la vida de los fans de Iron Maiden en nuestro país, sino porque propició la venida de muchas bandas importantes que nunca se habían presentado en nuestro territorio. Esto a raíz de la impresionante movilización que generó el show.
La Doncella cumplió y nos dejó a sus fans el recuerdo en nuestro corazón de haber pasado una de las mejores noches de nuestras vidas.
Ese día, aquel inolvidable 28 de febrero, la Doncella amó a Colombia. Y Colombia a ella.
—
* Presidente Iron Maiden Blood Brothers Colombia.